Salve

​De las cuatro antífonas marianas recogidas originalmente en el Breviario, Salve Regina es quizá la más conocida y la que mejor se ha ido acomodando al paso del tiempo.  En la actualidad tiene de hecho múltiples usos y adaptaciones populares que se interpretan en infinidad de ocasiones. Sirvan como ejemplos la romería de El Rocío o las numerosas fiestas en honor a la Virgen María en las que se ha elaborado una versión particular de “La Salve” adecuada a la devoción determinada del lugar.

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En su origen era una antífona mayor y un himno escrito en latín  que, a pesar de no tener una autoría conocida, extendió su uso durante la Edad Media gracias a la promoción que hicieron las diferentes órdenes monacales y a los comentarios que elaboraron sobre ella numerosos autores cristianos. A partir de su versión solemne, imprescindible en el servicio de completas, multitud de compositores escribieron versiones polifónicas, algunas de las cuales podremos escuchar en este concierto.

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La pieza central y razón de ser del programa que presentamos es la misa Salve Regina a ocho voces de Tomas Luis de Victoria, composición que sigue el modelo de la “misa parodia”, con sus cinco movimientos basados musicalmente en diferentes secciones de otra pieza preexistente. En el caso que  nos ocupa, la pieza que sirvió como fuente de inspiración y que igualmente será interpretada en el programa es la antífona Salve Regina, también a ocho voces, del propio Victoria.

Completan el repertorio algunas otras piezas homónimas del Renacimiento que constituyen una pequeña muestra de la multitud de elaboraciones polifónicas escritas en esta época parafraseando el canto llano original. Hemos elegido como ejemplo más antiguo la composición a cuatro voces de Martín de Rivaflecha (1480-1528), que contrasta con la riqueza melódica de la versión, también a cuatro voces, de Francisco Guerrero (1528-1599). De este último, añadiremos al programa el hermoso motete Ave Virgo Sanctissima, a cinco voces, que presenta la particularidad de incluir en una de sus secciones el motivo melódico con el que se inicia el tono solemne de la antífona original.

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Por último, y siguiendo el espíritu de otros programas de Salix Cantor, en los que se pretende tender puentes entre la música antigua y estilos más recientes, se han incluido varias piezas corales románticas y contemporáneas como muestra de la pervivencia de esta antífona mariana en los usos litúrgicos de épocas posteriores y en el repertorio actual.

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En primer lugar, una de las múltiples obras que, con este título, compuso Josef Rheinberger (1839-1901), en la que combina elegancia melódica y expresividad armónica en consonancia con el texto. También una pieza de Franz Liszt (1811-1886) de carácter íntimo y contemplativo, muestra de su última producción religiosa. Finalmente nos adentraremos en el repertorio de nuestro tiempo de la mano uno de los compositores más apreciados en el panorama coral actual como es César Alejandro Carrillo (n. 1957)