La gracia y los ojos bellos

El compositor sevillano Francisco Guerrero (1528–1599) recibió durante mucho tiempo el sobrenombre de “El cantor de María” por la gran cantidad de piezas que quiso dedicar a la Virgen, superando a cualquier otro músico de la época: cinco misas, más de treinta motetes, numerosos himnos marianos y una importante cantidad de magníficats. Cuando Guerrero escribía para la Virgen María su estilo, ya de por sí excepcional y de técnica impecable, se engrandecía aún más y alcanzaba matices exquisitos. Su profunda devoción mariana quedó además plasmada en su segundo libro de misas (1582), en el que dejó escrita una piadosa dedicatoria “a la augustísima Virgen María […] defensora incomparable del género humano” deseando con gran devoción “la eterna alabanza y honor a su majestad y nombre.” En la ofrenda, Guerrero se confía a María y le promete no desistir en la composición de más obras que contribuyan a la alabanza de su nombre.

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Este concierto se asienta en el profundo fervor del compositor y se construye con una selección de esas piezas que le valieron el reconocimiento de cantor mariano. Siendo un concierto dedicado a Francisco Guerrero, además de las antífonas y los motetes elegidos, dedicados todos a la Virgen, no podía faltar una selección de villanescas, también marianas, como muestra de la maestría insuperable del compositor a la hora de poner música a la poesía de la época en lengua vernácula.

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La gracia y los ojos bellos es el primer proyecto colaborativo de Salix Cantor con In Hora Sexta, una agrupación vocal amiga que cuenta con una larga trayectoria y experiencia en la música antigua además de realizar incursiones puntuales en la música contemporánea.